Recuerdo tus manos,
jóvenes y heladas.
De lavar en el frío,
y baldear en la escarcha.
Tus dedos,
agujas frías de un reloj puntual,
recorren mi espalda
bajo las frazadas.
Es hora de despertar, lo sé.
Te miro de reojo,
sentada al borde de mi cama.
Igual que ayer. Igual que mañana.
Nunca he sido bueno para levantarme.
Es egoísta de mi parte,
pero quiero seguir así un poco más.
Inmóvil. Caliente. Feliz.
El tiempo todo lo cambia.
Y ahora soy yo el que quiere que despiertes,
para sentir tus manos una vez más.
Esta vez menos frías,
Aunque más cansadas y débiles.
Lo sé. Es otra vez egoísta de mi parte.
Pero no te duermas.
Todavía hay tiempo,
Ya es hora de que te levantes.
Poema para Mamá ❤️
Fuerza vieja en estos momentos complicados. A seguir luchándola! ??