Hola viejo! Como estás? Si, soy yo otra vez. Perdona que te rompa las bolas todos los días y a cualquier hora.
Ojalá haya Wi-fi, Instagram o Facebook en el cielo para que veas esto.
Sabes que se murió el Diego no? Imagino que si ya que ahí arriba habrá un quilombo bárbaro para ver que hacen con este cristiano. Pero escúchame bien dos cosas
Primero. Te conozco y se que sos bastante impulsivo, por eso metete si te piden opinión o si ves que lo que deciden es injusto. Pensa que sos nuevo ahí y hay algunos con miles de años de antigüedad que no les va gustar. Se respetuoso a la opinión de todos y fiel a tus códigos de barrio.
Y segundo, por favor no digas lo que decías en cada gambeta, cada caño y cada pincelada de magia mientras mirábamos juntos en el buffet del club cultural de Tápiales los partidos de Napoli los sábados a la mañana. Yo con diez años, Coca y papitas arriba de un taburete que daba vértigo. Y vos hipnotizado en tu vermut mientas ese petiso en blanco y negro desparramaba gente con sus rulos.
Vos lo mirabas a él. Yo te miraba a vos. Cada uno con su ídolo.
No se te ocurra decir, como dijiste diez, mil veces que “Diego es Jesús! Que agarra la pelota y hace milagros” porque se van a calentar todos ahí que son más papistas que el papa y te van a dar una patada en culo, si?
No la cagues. Después me contas como fue y si lo ves al Diego dale las gracias. Me hace acordar a vos.
Hablamos. Beso